13 SEP. 2023
La Decimotercera Asamblea inicia en Cracovia con un servicio de culto y el sermón de la Rev. Dokman de Surinam
De Norte a Sur y de Este a Oeste, la comunión mundial de iglesias luteranas se reunió para discernir la manera de llevar la luz del evangelio a los lugares más oscuros de la injusticia, la opresión, el conflicto y el miedo. Más de mil personas se reunieron en el culto de apertura de la Decimotercera Asamblea de la Federación Luterana Mundial, acogida por la Iglesia Evangélica de la Confesión de Augsburgo, en el ICE Congress Centre de Cracovia, Polonia, del 13 al 19 de septiembre.
El tema de la Asamblea, “un cuerpo, un Espíritu, una esperanza” fue tomado de la carta de Pablo a los Efesios.
El servicio festivo, con la Santa Comunión, contó con música cantada en varios idiomas guiada por coros luteranos de Polonia combinados, y se hizo la partición especial del pan con sal, símbolo tradicional de hospitalidad en la cultura polaca. Los y las representantes de las iglesias miembro de la FLM en Asia, América, África y Europa vertieron agua en una fuente baptismal para simbolizar su fe compartida, mientras la Dra. Anne Burghardt, secretaria general, y el arzobispo Dr. Panti Filibus Musa, presidente, daban la bienvenida a la congregación.
Seguir los pasos de los tres sabios
La Rvda. Danielle Dokman, pastora joven en la Iglesia Evangélica Luterana en Surinam, predicó sobre la bien conocida historia bíblica de los tres sabios que viajaron para encontrar al niño Jesús poco después de su nacimiento en un establo en Belén (Mateo 21-12). Como estos tres sabios, dijo ella, “también hemos viajado con el propósito” de enterarnos “dónde el Encarnado, el único Espíritu de Dios, esperanza única de este mundo, están creciendo hoy”.
Dokman, antigua miembro del Consejo de la FLM señaló que la encarnación sucedió, no solo en una región geográfica específica, sino en la “ordinaria y a la vez extraordinaria morada” que es el cuerpo de un niño; “la existencia humana más frágil que hay”. Si creemos que Dios se sirvió de un cuerpo humano y sus vulnerabilidades, dijo la reverenda, “esto tiene implicaciones reales en nuestras vidas”. Significa que “no podemos ignorar nuestros cuerpos e ignorar los demás”, porque “encontraremos a Dios en nuestros vecindarios, en aquellos que llamamos extraños o extranjeros, y en toda la creación.”
Aunque veamos las múltiples maneras en que los “cuerpos en todo el mundo están esparcidos y divididos por la discriminación, la polarización y la violencia”, continuó Dokman, no debemos rendirnos porque “servimos a Dios, que no tiene miedo de nuestra fragilidad, vulnerabilidad o debilidad.” Como los sabios que preguntaron “¿dónde está el niño que nació para ser el Rey de los judíos?”, los cristianos hoy deben hacer preguntas y “hacer olas” que perturben a los y las líderes que solo están preocupados/as por asegurar su poder.
Dokman terminó instando a los delegados y las delegadas a “desafiar el statu quo” y a “estar unidos en nuestra proclamación, ser uno al hablar acerca de la injusticia y a vivir juntos desde los sacramentos.”
El culto y el estudio bíblico son integrales de la Asamblea, el órgano de toma de decisiones más importante de la FLM, con oraciones matinales, de medio día y nocturnas. Al término de la oración matinal del 19 de septiembre, los invitados y las invitadas ecuménicos/as participarán en un panel de discusión sobre el mensaje de la justificación de hoy.
En los días siguientes, los y las participantes discutirán acerca de los discursos sobre el tema de la Asamblea, compartirán las esperanzas y desafíos de sus regiones en los “Grupos Temáticos”, descubrirán diversos aspectos que dan forma al trabajo de la comunión luterana en los talleres del “Jarmark” y visitarán el Memorial y Museo de Auschwitz-Birkenau.